Cómo nació nuestro amado Pastel de Papas.
Para la mayoría de nosotros el pastel de papa se sirve acompañado de recuerdos de abuelas y madres que cocinan la mejor versión del mundo de este sencillo plato.
Uno de los alimentos más viajeros de todo el mundo es la papa, y de sus aventuras por Europa llegó a nacer el pastel de papa. Nativa de las cumbres Latinoamericanas, la papa fue llevada a Europa en el siglo XVI, una vez que los botánicos locales desarrollaron una variedad apta para el clima europeo su cultivo se volvió muy popular en las clases bajas de todo el continente.
La primera versión del pastel de papa se registró en Inglaterra en 1791 bajo el nombre de Cottage Pie. Este nombre viene de la combinación de las casas pequeñas (Cottages) donde vivían quienes lo preparaban y pastel (Pie). Al principio la carne que se utilizaba para prepararlo era sobras de otras comidas, luego se comenzó a preparar la carne especialmente para esta receta. Mientras, la papa siempre mantuvo su estrellato dentro del plato.
Paralelamente en Francia se comenzó a preparar otra versión, el Hashis Parmentier. El nombre de este plato viene del agrónomo Antoine Parmentier, quién cautivo de los prusianos durante la Guerra de los Siete Años descubrió la papa. En Francia la papa era solamente utilizada como alimento para cerdos, y su cultivo estuvo prohibido durante años porque se creía que causaba lepra. Parmentier volvió a Francia y enamorado del tubérculo dedicó los siguientes años a la propaganda de la papa como alimento nutritivo, para los humanos. Pensar que si no hubiera caído en manos de los prusianos hubiéramos perdido el pastel de papas.
No sabemos cuándo, ni cómo, ni porqué, los misterios de los viajes de la papa, la receta llegó a Latinoamérica. Entonces varios de nuestros países hermanos la adoptaron también bajo el mismo nombre, pero con variaciones en sus ingredientes.
En Chile a la mezcla de carne picada con cebollas y especias se le agrega aceitunas, huevos duros y pasas de uva. Estos ingredientes pueden variar según la región, pero lo qué lo hace diferente es qué frecuentemente entre la carne y el puré de papas se agregan trozos de pollo. En Costa Rica es un plato tradicional, aunque a veces utilizan carne de cerdo y agregan queso al puré. En Uruguay le cambiaron el nombre a “pastel de carne”, la diferencia allí es que se arma en capas. Una capa de carne, una de papas, una de leche y huevos y para terminar una capa de queso rallado.
Llegando a Argentina, nuestro pastel de papas es especial por nuestra herencia española. Nosotros a la carne le ponemos, cebolla, morrón, aceitunas, pasas de uva, huevos duros y especias. Según la madre o abuela las versiones pueden variar, los ingredientes pueden incluir cebolla de verdeo o mezclar puré de zapallo con el de papa. Otra opción polémica es comerlo rociado con azúcar, y aunque es deliciosa existen quienes rechazan esta variante.
Así con dos cruces del Atlántico a cuestas, un prisionero de guerra, una cruzada por la reivindicación de la papa y muchas abuelas y madres llegamos a amar este plato sencillo pero reconfortante.